Factor de Transferencia

El Factor de Transferencia es un potente inmunomodulador que se obtiene a partir de leucocitos. Los leucocitos usados como fuente del Factor de Transferencia son rotos y sometidos a un proceso de diálisis que permite la salida de moléculas de bajo peso molecular (menores a 12,000 Da) que son las contenidas en el y tienen el efecto inmunomodulador.

Propiedades generales en las respuestas inmunitarias

La función del sistema inmunitario es la defensa contra microorganismos infecciosos. Sin embargo, las sustancias extrañas no infecciosas también pueden desencadenar respuestas inmunitarias, incluso, los mecanismos que suelen proteger a las personas de la infección y que eliminan sustancias extrañas, son capaces en algunas circunstancias, y provocar lesión tisular y enfermedad. Por lo tanto, una definición más completa inmunidad es la de una reacción frente sustancias extrañas, incluidos microrganismos y macromoléculas como proteínas y polisacáridos, con independencia de las consecuencias fisiológicas o patológicas de esta reelección.

Inmunidad innata y adaptativa.

La defensa frente a los microorganismos está mediada por las reacciones tempranas de la inmunidad innata y por las reacciones tardías de la inmunidad a adaptativa.

Características de la inmunidad innata y adaptativa

Inmunidad Innata

La inmunidad innata o inmunidad natural comprende los mecanismos de defensa bioquímicos y celulares presentes aún antes de que se produzca la infección, y que están preparados para responder con rapidez a esta. Los principales componentes son:

Barreras físicas y químicas: como los epitelios y las sustancias antimicrobiana sintetizadas en las superficies epiteliales.

-Células fagocíticas: neutrófilos, macrófagos y linfocitos citoliticos naturales: Natural Killers

-Proteínas de la sangre: que incluyen componentes del sistema del complemento y otros mediadores de inflamación

-Citocinas: que regulan y coordinan numerosas actividades de las células de la inmunidad innata

Los mecanismos de la inmunidad innata son específicos frente estructuras comunes a grupos de microorganismos relacionados, y llegan omitir diferencias sutiles entre sustancias extrañas. La inmunidad innata proporciona las primeras líneas de defensa frente a los microorganismos.

Inmunidad Adaptativa

Las características que definen a la inmunidad adaptativa son una especificidad precisa por distintas moléculas y una capacidad de recordar y responder con más intensidad a la exposición repetida aún mismo microorganismo.

El sistema inmunitario adaptativo es capaz de recordar y reaccionar frente a un gran número de sustancias microbianas y no microbianas.

Además tiene una gran capacidad para distinguir entre moléculas y microrganismos diferentes aunque estén relacionados. Por esta razón también se le denomina Inmunidad específica.

Los componentes de la inmunidad adaptativa son: los linfocitos y sus productos. Las sustancias extrañas que desencadenan respuestas inmunitarias específicas, o que Son las dianas de dichas respuestas, reciben el nombre antígenos.

Tipos de respuestas inmunitarias adaptativas.

Existen dos tipos de respuestas inmunitarias adaptativas: la inmunidad humoral y la inmunidad celular. Están mediadas por diferentes componentes del sistema inmunitario.

La inmunidad humoral es el principal mecanismo de defensa contra los microrganismos extracelulares y sus toxinas, ya que los anticuerpos sintetizados se unen a los microorganismos y ayudan a eliminarlos por diversos mecanismos efectores.

La respuesta adaptativa humoral depende de los Linfocitos B, que son los precursores de las células que forman anticuerpos. Los anticuerpos se definen como moléculas inducidas por un antígeno y que solo se combinan con ese mismo antígeno. Bioquímicamente corresponden a la familia de las inmunoglobulinas (Ig) y están formadas por una estructura básica de cuatro cadenas polipeptídicas: dos pesadas (H, del inglés heavy) y dos ligeras (L) que conforman una molécula con tres porciones globulares, dos tienen sendos grupos de combinación con el antígeno (fragmentos Fab) y la tercera (Fc) confiere propiedades complementarias muy importantes en sus funciones.

En el humano hay cinco clases de Ig, llamadas IgM, IgG, IgA, IgD e IgE.

Cualquier agente infeccioso ubicado extracelularmente en el medio interno del organismo, al combinarse con anticuerpos de cualquier clase es neutralizado lo cual impide el avance de la infección y favorece la eliminación del agente.

La IgM es la Ig más grande ya que está formada por cinco unidades básicas; es la que se forma primero y tiene 10 sitios potenciales de combinación.

La IgG es una molécula formada por una sola unidad básica, sin embargo alcanza la mayor concentración de todas, persiste por mucho más tiempo y está asociada a funciones importantes en la protección, incluyendo el paso a través de la placenta.

Tanto la IgM como la IgG activan el sistema del complemento y así no solo se destruyen los microorganismos, sino que también se amplifica la inflamación y se acumulan fagocitos polimorfonucleares que ingieren al agente.

La IgA es muy abundante en las secreciones (respiratorias, intestinales, saliva, leche materna, etc) y confiere la protección local necesaria para detener la invasión de muchos agentes que entran al ser respirados, con el agua y los alimentos, etc.

La IgE es la responsable de los fenómenos alérgicos, sin embargo su función en la protección es ante las parasitosis por helmintos.

La inmunidad celular es tan mediana por linfocitos T. Los microorganismos intracelulares como virus que algunas bacterias sobreviven y proliferan en el interior de los fagocitos y otras células del huésped donde son inaccesibles a los anticuerpos circulantes, las defensas frente dichas infecciones es una función de la inmunidad celular lo que favorece la destrucción los microorganismos que residen en los fagocitos o de las células infectadas con el fin de eliminar el depósito de infección.

Hay dos subpoblaciones de Lcs T, los T cooperadores o Th (del inglés helper, que coopera) y los T citotóxicos o Tc. Ambas subpoblaciones se pueden distinguir una de otra por la presencia de las moléculas de superficie CD4 en los Th y CD8 en los Tc. Cuando los Lcs T reconocen su antígeno específico proliferan y forman una clona celular constituida por Lcs T de memoria, de vida prolongada, y Lcs T efectores, de vida corta.

De las primeras depende la memoria inmunológica y de las segundas los mecanismos de eliminación de agentes extraños, principalmente los intracelulares. Los Lcs T efectores que son CD4+ forman grandes cantidades de citocinas que aumentan la capacidad de protección de otras células como los macrófagos o las células NK y cooperan con los Lcs B en la formación de anticuerpos. Lcs T efectores que son CD8+, citotóxicos, provocan la citotoxicidad de células infectadas por virus y de las que son neoplásicas.

La inmunidad también puede adquirirse mediante la transferencia de suero o linfocitos procedentes de una persona con mi inmunidad específica; a este proceso se le conoce como transferencia adoptiva (Inmunidad pasiva). El receptor de esta transferencia se inmuniza frente a dicho antígeno sin haber estado nunca expuesto o haber experimentado una respuesta contra el mismo.

Características principales de las respuestas inmunitarias adaptativas

El Factor de Transferencia en la Inmunidad

El Factor de Transferencia o EDL tiene un efecto directo sobre la inmunocompetencia del individuo. Su administración permite una restauración a corto plazo de la capacidad del sujeto para responder con eficiencia a los estímulos antigénicos, especialmente si éstos provienen de agentes infecciosos o células ya presentes en su medio interno (infecciones crónicas, neoplasias tempranas).

No se han demostrado efectos adversos o secundarios a la administración del EDL o que su uso interfiera con la acción terapéutica de otros medicamentos usados simultáneamente.

Referencias:

  • Sánchez G. D, et al, factores de transferencia en la terapéutica médica, Med Clin, 2011;137(6):273-277
  • Antiviral activity of serum from the American alligator (Alligator mississippiensis). Antiviral Research 66 (2005) 35-38.
  • Abul K. abbas, inmunología celular y molecular, Elsevier España, 2006.

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